¡DIOS TE AMA INCONDICIONALMENTE!

Que la dulce y tan maravillosa paz de Jesucristo envuelva por completo tu corazón. Estoy  aquí como profeta de Dios para plantar la bendita palabra del Señor en tu corazón. La gente suele confundir un poco la palabra profeta, algunos piensan que  profeta es solo aquel que prevé el futuro y dice lo que sucederá. No, un profeta es alguien que también habla por otra persona.
​
Hoy quiero sembrar esta semilla viva que es la palabra de Dios. Todo lo escrito en la Biblia tiene un propósito. Y el propósito es exactamente que conozcamos a Dios, Sus caminos, Su voluntad, Sus propósitos. Cuando tu corazón está lleno de estas revelaciones, cuando llegas a comprender que el Señor es bueno, que Su misericordia es para siempre, llega una paz maravillosa, maravillosa que se desborda en nuestros corazones.

Dios no hace acepción de personas, todas las personas son iguales a Él, Él no ama a una persona más de lo que ama a otra, Su amor es el mismo para todos. Su amor es incondicional. Los seres humanos aprendemos a amar a través de condiciones, amamos cuando, si, porque. Pero Él eligió amarnos independientemente de cualquier predicado que tengamos, es decir, Él eligió amarnos.

Cuando nuestro corazón comienza a comprender esta verdad del amor incondicional del Señor, cuando respondemos a este amor acercándonos a nosotros y diciéndonos “Señor, necesito de ti, de tu ayuda”, cuando llegas a ver a Dios no tan lejos, tan lejos, pero alguien presente, alguien que está cerca de ti ahora, en este momento, comprendes que no hay nada en tu vida que Él no esté contemplando, conociendo. Su amor es tan grande, Su bondad es tan plena, Su fidelidad va de generación en generación sobre los que le buscan.